Israel

Un crucero vacacional por Israel le permite conocer de cerca un pequeño trozo de tierra con más conexiones con la historia de las que cabe imaginar. Llegaremos al puerto de Asdod, tras lo que le aguardan un sinfín de aventuras. Solo le costará decidir por dónde empezar. Israel es un país pequeño, pero nunca deja indiferentes a sus visitantes. Sus animadas ciudades están repletas de gente hospitalaria, exquisitas playas mediterráneas y tranquilos parajes naturales. Pocos países tan pequeños pueden presumir de tener tanta historia, diversidad geográfica y joyas culturales. El fascinante encanto de Israel, bendecido con inmensas playas de arena dorada e innumerables atractivos culturales, incluye la Tierra Santa de Jerusalén, la capital oficial, Belén, el lugar de nacimiento de Jesús, el antiguo puerto de Jaffa y la emocionante Tel Aviv, con numerosas de playas y una gran vitalidad urbana. La cantidad de museos e instituciones culturales por habitante de Israel es superior a la de cualquier otro lugar del planeta. Basta con dar un paseo por Rothschild Boulevard o la calle Bialik para comprobar por qué la UNESCO llama a Tel Aviv “la ciudad blanca”. Estos opulentos barrios donde abundan los árboles son un buen ejemplo del estilo arquitectónico único de la Bauhaus, traído a la ciudad por los judíos que se mudaron desde Alemania y Austria. Este prestigio conecta con la animada cultura cafetera y la excelente experiencia gastronómica que ofrece la zona. En Tel Aviv, recorrerá el paseo marítimo o Tayelet, donde puede hacerse una muy buena idea de cómo es la sociedad de la ciudad. Además, sin tener que cruzar una sola calle, podrá explorar el puerto de Jaffa, en el extremo sur del paseo. Su laberinto de callejuelas empedradas está repleto de las tiendas de artesanía más extravagantes y el encantador puerto es un lugar ideal para tomar café en una terraza soleada y ver el trasiego de barcos.

Monumentos de la antigüedad

Con un pasado cultural que se remonta a tiempos antediluvianos, Israel alberga numerosos yacimientos arqueológicos muy fáciles de explorar. Uno de los más famosos es Masada, el fuerte montañoso situado al borde del desierto de Judea, donde los judíos intentaron ahuyentar a los romanos. La mayoría de los lugares históricos está, por supuesto, en el corazón de Jerusalén. La iglesia del Santo Sepulcro es el lugar más sagrado para los cristianos católicos y ortodoxos, porque señala el lugar de la crucifixión, enterramiento y resurrección de Jesús. Construida en el año 335, la basílica se encuentra sobre los cimientos de un antiguo templo romano dedicado a Venus. El sepulcro actual se sitúa en el interior del edículo, una capilla de dos salas bajo la rotonda de la iglesia. Hay horarios de oración específicos para cada denominación religiosa. Si recorre la Vía Dolorosa, andará los pasos de Jesús durante la Pasión.